Hacer la colada viene a ser lavar la ropa, y es lo que yo llamo «la rueda sin fin».
Somos dos en casa y no tenemos “demasiada” ropa y aún así casi siempre usamos la misma.
Pero aunque seamos solo dos hay que mantener una rutina para hacer la colada, porque si no pasa lo que me pasaba antes, que se me acumulaban unas montañas de ropa sucia más grandes que el Everest.
¿No te ha pasado que a veces casi te quedas sin ropa porque está toda para lavar? A mi si, y es justo cuando te pones a lavar ropa y luego tienes taaaanta que planchar y guardar… porque la has lavado toda de golpe.
Lavar, secar, guardar, repetir … es la rueda que nunca termina.
Sé que es un tema que te puede parecer aburrido, pero es necesario.
En muchas casas hacer la colada es un gran problema, sobre todo si hay niños, que siempre se están manchando y se acumula mucha más ropa.
Si trabajas a tiempo completo, tienes que llevar al niño a extraescolares o ayudarle con los deberes y a veces es imposible sacar tiempo para lavar toda esa ropa que hay acumulada.
Por eso es imprescindible esta rutina que te voy a enseñar.
Con sólo 5 pasos tendrás tu colada organizada.
Rutina para hacer la colada
1. Empieza por la tarde
Después de la ducha de toda la familia, separa la ropa sucia.
Puedes tener diferentes cestas para hacerlo: una para la ropa blanca, otra para la de color, otra para negros…
Pide a cada miembro de tu familia que cuando salga de la ducha ponga la ropa sucia en el lugar que corresponde.
2. Calendario de lavandería
Ten y mira el calendario de la colada, así sabes lo que te toca lavar al día siguiente.
Si por ejemplo toca una carga de ropa blanca déjala preparada dentro de la lavadora la noche anterior, así mañana por la mañana sólo tendrás que darle al botón nada más levantarte.
Te dejo estos descargables tan bonitos. Los puedes imprimir y poner en un marco en la zona de la colada, quedan preciosos como decoración además de útiles para recordarte tu rutina.
3. Lavado
Cuando te levantes, si has preparado la carga de ropa, sólo tendrás que darle al botón de inicio. Si por ejemplo tocan las sabanas, saca la ropa de cada cama y directamente a la lavadora.
Si tu lavadora es programable puedes ponerla por la noche para que cuando te levantes justo haya acabado de lavar la ropa.
4. Secado
En cuanto acabe la lavadora tiéndela para que se seque.
Cuanto menos tiempo esté en la lavadora menos arrugas acumulará. Además de que si está mucho rato dentro puede pillar olor a humedad.
Hay lugares en los que es imprescindible el uso de la secadora, debido al clima o a la polución.
Yo nunca había tenido tenido secadora, hasta ahora. Es muy cómodo no tener que estirar la ropa, pero si puedes tenderla es mucho mejor, ya que ahorrarás bastante dinero en electricidad y además es mejor para la ropa, que se estropeará menos.

5. Recoger y guardar la ropa
Recoge la ropa del tendedero lo antes posible, en cuanto esté seca. Así evitarás que coja polvo, olores o se moje si llueve.
Lo que no sea necesario plancharlo dóblalo y guárdalo en el momento. Yo intento planchar lo mínimo posible, porque es una tarea que no me gusta nada de nada, pero hay cosas que son imprescindibles de planchar.
Cuando ya sólo te queda lo de plancha… ¡planchalo! No lo acumules para otro día o te arrepentirás más tarde 🙂
Saca la tabla de planchar y plancha esas dos camisas y ese pantalón. Si no volverás a tener el Everest de ropa en tu casa, esta vez de ropa para planchar.
Para ello busca un hueco en tu día… quizá antes de cenar, o después de llevar a los niños al cole, cuando a ti te vaya mejor. Y en un momento lo tendrás hecho.
Y ahí se acaba la rueda.
Y vuelta a lavar, secar, guardar… cuando lo necesites de nuevo.
Si sigues esta sencilla rutina para hacer la colada nunca más se te volverá a acumular la ropa y será menos agobiante.
Y recuerda que para que la colada sea perfecta has de tener la lavadora bien limpia, para que no hayan olores a humedad ni restos de jabón. Te recuerdo cómo limpiar la lavadora.
Curiosidad: ¿Cuál es el origen de la expresión «hacer la colada»?
Hace no tantos años (y quizá en algunas partes del mundo aún se haga así) las mujeres se encargaban de la tarea de lavar la ropa de forma artesanal. En realidad era un proceso bastante duro ya que lo hacían a mano, y las ropas de entonces no eran las que son hoy…
Lo primero que hacían las mujeres era un primer lavado manual con jabón que hacían con la grasa animal. Después cogían un barreño que tenía un agujero en la parte de abajo y con una tela como filtro se usaba ceniza pulida para darle más blancor a la ropa.
Después le echaban agua muy muy caliente, con la intención de disolver la ceniza y «clorar»; lo que hace la lejía hoy vamos.
El agua de nuevo mojaba completamente la ropa y ésta se filtraba a través del agujero del barreño a la parte de abajo. Esto lo hacían varias veces hasta que la ropa quedaba limpia.
¿Te puedes imaginar ahora de dónde viene eso de «hacer la colada»? Exactamente, de repetir el proceso de «colar» el agua que blanqueaba la ropa.
Me explota la cabeza 🤯
¿Tú tienes alguna rutina del lavado de la ropa distinta? Dime cómo lo haces aquí abajo en los comentarios y compártele este artículo a alguien que creas que lo necesita.
«Es de bien nacido ser agradecido» 🙂
Gracias Tina, me encanta seguirte y leer tus consejos.
Gracias a ti, Carmeta, por estar siempre por aquí y leerme y comentarme. Eso es lo que me hace seguir escribiendo y publicando todas estas cositas para vosotros. Un besazo enorme 🙂
Que grande!
Tengo un descontrol bestial para la ropa, que bien me viene este artículo!!!!
Gracias Montse. La verdad es que si no te pones una rutina hay muchas veces que la ropa sucia se acumula y como bien dices es un descontrol. Así es mucho más fácil y más visual, al tenerlo en este cuadro tan mono. Un abrazo!
Gracias Tina …pondré en práctica tus consejos…pk con un bebé de 8 meses…mi montaña de ropa es casi mas grande que el everest… un saludo wapa
Gracias a ti Sesi! La verdad es que con niños todo se multiplica. Más que lavar, más que cocinar, más que limpiar. Dan mucho trabajo, pero son adorables así que todo el trabajo se nos olvida. Un saludo 😉
Muchas gracias por tus consejos… algunos ya los he puesto en práctica… otros los pondré pronto… Un saludo
Muchas gracias por tus consejos Tina, la verdad es que son muy útiles.
Me alegra mucho que te gusten mis consejos, esa es la idea, que sean útiles. Gracias a to por estar por aquí 🙂